Móviles Perpetuos de Primera Especie.

Una de las más antiguas pasiones humanas es la de poder vivir sin trabajar.
Paradójicamente, a satisfacer este deseo se le ha dedicado mucho esfuerzo. En este afán se han imaginado toda clase de sistemas maravillosos para lograrlo, desde los que permiten obtener energía a partir de la nada (y que se denominan Móviles Perpetuos de Primera Especie o MPPE), hasta los que permiten obtener energía mecánica a partir de una sola fuente de calor (y que se denominan Móviles Perpetuos de Segunda Especie o MPSE), pasando por aquellos que alcanzando el cero absoluto de temperaturas permiten una transformación completa de calor en trabajo en procesos cíclicos (y que se podrán denominar Móviles Perpetuos de Tercera Especie).
La imposibilidad de funcionamiento de cada uno de estos móviles puede ser elevada a la categoría de Principio, dando lugar respectivamente al Primer, Segundo y Tercer Principios de la Termodinámica. Y si el móvil concreto que se estudia (presuntamente perpetuo) está bien diseñado, permite obtener importantes relaciones físicas.

Móviles perpetuos

La posibilidad de encontrar una máquina que haga todo el trabajo y no consuma nada es una antigua aspiración humana.

Esta clase de máquinas, que no sólo se mueven de forma constante sino que producen más energía de la que consumen, se denominan ahora Móviles Perpetuos de Primera Especie o MPPE, y hasta el momento no se ha encontrado ninguno que funcione.

Como resultado de esta búsqueda y del hecho de que ninguna de estas máquinas cumple con sus presuntos cometidos se elevó a la categoría de principio que tales máquinas no podían existir. En este sentido, estos móviles perpetuos han contribuido a que se enuncie y acepte el Principio de Conservación de la Energía o Primer Principio de la Termodinámica.

Móviles Perpetuos de Segunda Especie o MPSE-

Otra máquina propuesta ha sido la denominada máquina del imán. Esta la inventó el obispo J. Wilkins y consta esencialmente de un imán colocado a una cierta altura, una bola que es atraída por el imán y dos canaletas. La canaleta superior tiene dos orificios, al principio y al final, y conecta la bola con el imán. Atraída por el imán, la bola rueda sobre la canaleta y al llegar al final de la misma, un orificio hace que la bola caiga y vuelva mediante una canaleta inferior al principio, donde el proceso vuelve a empezar.

La idea es utilizar la energía cinética de la bola en la subida, que llegue parada al orificio superior yque caiga atraída por la gravedad hasta el comienzo. Naturalmente, la falacia del razonamiento anterior estriba en que si el imán es capaz de atraer la bola situada en la parte inferior poco le va a importar el orificio que se abra en la parte superior. La bola continuar´a subiendo y quedara firmemente pegada al Imán.

De nuevo la aparente imposibilidad de obtener esta clase de máquinas llevóa elevar a la categoría de principio el hecho de que tales máquinas no se pueden construir. Surge así el Segundo Principio de la Termodinámica que, en una de sus formulaciones, explicita que no es posible obtener nada de trabajo mecánico a partir de una única fuente de calor sin que nada más cambie, es decir, en procesos cíclicos.

Pero incluso el Segundo Principio permite, en principio, una conversión completa de calor en trabajo (en principio) si se dispone de un foco a la temperatura del cero absoluto. En ese caso, todo el calor extraído de un foco de calor se transforma íntegramente en trabajo mecánico, no se cede nada al foco que se encuentra en el cero absoluto, este no varía su temperatura, el foco más caliente puede disminuir, en principio, su temperatura hasta el cero absoluto yse puede obtener trabajo mecánico ininterrumpidamente. Esta clase de máuinas se denominaría Móvil Perpetuo de Tercera Especie o MPTE ytampoca parece que exista ninguna. La aparente imposibilidad (en este caso más intelectual que real) de obtener esta clase de máquinas.

lleva a elevar a la categoría de principio que el cero absoluto no se puede alcanzar mediante procesos adiabáticos, lo que a su vez exige que los coeficientes de dilatación se anulen en el cero absoluto . Este es uno de los contenidos del Tercer Principio de la Termodinámica. (En realidad, la Termodinámica no se opone a que existan cuerpos en el cero absoluto. Pero si estos existieran, no se podría completar un ciclo de Carnot con uno de ellos como foco frío debido a que mediante procesos adiabáticos no se podría alcanzar esa temperatura.)

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