MÁQUINA DE MOVIMIENTO “PERPETUO”

Las máquinas de movimiento perpetuo  son sistemas con la capacidad de mantenerse en marcha de manera “infinita” después de suministrarles un impulso inicial sin ningún aporte neto de energía externa. Estas se dividen en dos clases:


  • Las de primera especie, las cuales violan la primera ley de la termodinámica, la cual habla de que la energía no se crea ni se destruye, solo cambia de forma o se transfiere de un objeto a otro. Es decir, estas máquinas no conservan la energía, ya que hipotéticamente funcionan continuamente sin consumo de alguna forma de energía.
  • Las de segunda especie, que son máquinas que violan la segunda ley de la termodinámica, es decir, desarrollan Trabajo en forma cíclica (indefinida) intercambiando calor con una sola fuente térmica, así como hacen referencia los enunciados de Kelvin, “Es imposible construir una máquina térmica que, operando en un ciclo, no produzca otro efecto que la absorción de energía desde un depósito y la realización de una cantidad igual de trabajo” y de Clausius “Es imposible construir una máquina cíclica cuyo único efecto sea la transferencia continua de energía de un objeto a otro de mayor temperatura sin la entrada de energía por trabajo”
Respecto a las máquinas de primera especie se pueden encontrar diferentes tipos como, las de movimiento hidrostático perpetuo, la rueda sobre balanceada, los péndulos y las máquinas magnéticas.

Rueda sobrebalanceada

El diseño más antiguo de una máquina de movimiento perpetuo encontrado es la rueda desbalanceada (una de las más comunes). Dicha rueda fue diseñada por el francés Villiard De Honnecourt en alrededor de 1235 y estudiada extensivamente por Leonardo Da Vinci a finales de 1400.

Se trata de un dispositivo giratorio que se mantiene en permanente desequilibrio. Se supone que la rueda gira sin parar en busca de ese equilibrio que nunca alcanza. Por ejemplo, sea una cadena sinfín enganchada a dos ruedas, una abajo y otra arriba. Una tercera rueda aparta una de las ramas de la cadena unos cuantos centímetros hacia un lado. De esta forma hay más centímetros de cadena en una rama que en la otra. Este exceso tiraría hacia abajo esa rama y hacia arriba la otra, haciendo que las ruedas gire sin parar. En realidad, es fácil demostrar que el exceso de cadena es aguantado por la tercera rueda, de modo que nunca se produce el desequilibrio.

Durante los siglos XVIII y XIX se diseñaron varios modelos de rueda desbalanceada, cada vez más complejos.  Todos pueden considerarse variantes, más o menos sofisticadas, de las ideas de Brahmagupta, Lalla y Bhaskara.  Villard de Honnecourt propuso un ejemplo de esta, haciendo una rueda con cuatro martillos de un lado y tres del otro, como resultado tuvo que la rueda se mantenía en movimiento ya que siempre estaba en un desequilibrio de peso. Pero por otra parte, según las leyes de la termodinámica, la maquina necesitaría un aporte de energía para que el movimiento sea perpetuo, ya que si no existe tal aporte, el movimiento no seria perpetuo, pero si podría ser muy duradero.


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