No comprendo que ocurre, la vida no la entiendo.

La mayor parte del tiempo  siento el dolor y  reflexionando; finalmente no encuentro la respuesta a la pregunta del ¿porque suceden las cosas?
Solo una gran soledad, y pena que embargan a mi espíritu dejándolo en un gran y profundo silencio
No comprendo que ocurre, la vida no la entiendo.
Y la vida continua, ¿será quizá la rutina?
Todos los días es más o menos lo mismo:
 Despertar del  ultimo sueño y del cual no recuerdo nada; el baño que termina de alertar al cuerpo que siento cansado y no se ¿Por qué?, el iniciar las carreras para todos en el hogar, vestir para el trabajo desayunar o preparar algo para llevar porque no da tiempo de sentarse a comerlo y salir corriendo;
En el trabajo la misma situación  siempre, trabajar con las presiones de otros, que no son mías pero se  hacen y convierten en mías y si todo resulta bien el logro es  de ellos, si no funcionan entonces si es mi fracaso. La actividad en la oficina que estás haciendo pero todavía no tiene un camino concreto, etc. Y así continua la mañana

Los problemas de todos los días  y que todos tenemos, las cuentas por pagar, la familia, las presiones del trabajo, problemas de salud, que aunque no son crónicos y mucho menos mortales, los tenemos ya, y de repente la llamada de presión de quien te cobra algo.
 Por fin llega el medio día  y la hora de comer con la familia llegar correr, preparar o recalentar todo, y  la charla de la comida con la familia, que es quizá el único momento en que me siento aligerado de lo que sucede todos los días, hablamos de todo menos de los problemas, porque para que amargar la comida, contamos los éxitos, los logros, las cosas chuscas, solo dura unos 5 minutos, los 40 restantes es silencio y escuchar comer a los demás.
Al Terminar, repartir actividades lavar los trastos, limpiar la cocina, levantar la mesa, salir corriendo por que para nosotros es correr y correr porque si no corres los problemas te alcanzan, y no quieres que te alcancen.
Sales a trabajar, como dicen “a buscar la chuleta”  que la mayoría de las ocasiones se convierte, en otra cosa más económica, lo que sea, menos en chuleta.
Dar clases, realizar algún  trabajo por en cargo , trabajar en un proyecto, que quizá nunca se materialice, o llegue el beneficio a nuestras manos.
Terminar eso, y salir corriendo otra vez, a tratar de hacer algo donde sacar el stress, realmente el pretexto es “hacer ejercicio” por qué …“estoy muy gordo”, “tengo que hacer algo por mi salud”,  “porque me gusta el deporte”…¡carajo como me hago buey yo solo!.
Es porque necesito sacar en algo todo el coraje, toda la frustración del día, que cardo, ni que cuernos, simplemente no quiero pensar las dos horas que dura el entrenamiento.
Y entonces recuerdo, también hay que pagar el derecho a entrenar, y pagar el uniforma del equipo, pagar los arbitrajes… ¡carajo que nunca se terminan las complicaciones!
Es cuando caigo en la cuenta que cuando era un menor,  el único problema era en que  soñar a donde estaría y que seria,  ahora que soy mayor, la preocupaciones son tantas que no soñamos solo pensamos en el ahora… los tiempos de soñar ya no llegan tan seguido, hasta en los momentos que puedes descansar, algo te recuerda con todo o que atorado esta.
Que caray, pues cuando fue que le di un golpe a la vida, que ahora busca golpear sin parar, la pelea de la vida, la lleva ganada ella, y yo tirando golpes “sin ton ni son”, esperando poder golpear y quizás  darle tan duro que se caiga y no se levante…
Solo me queda un rincón, de miles que tenía  hace años, donde escapaba de la vida, me perdía del mundo, la realidad era falsa y lo que soñaba mandaba, poco a poco se fueron terminando esos rincones de soledad y donde tan feliz era.

Por eso ahora paso la mayor parte del tiempo  siento el dolor y  reflexionando; finalmente no encuentro la respuesta a la pregunta del ¿porque suceden las cosas?

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